dimecres, 28 de març del 2007

Europa en el Diván

Columna publicada a Expansión


Es vox populi que las mujeres acostumbran a tener la crisis de los treinta, los hombres la de los cuarenta y parece, por el caso europeo, que las instituciones tienen la de los cincuenta.

Afirmar que la Unión Europa está en crisis no es ninguna novedad. Como tampoco lo es constatar que un punto de inflexión de esta crisis fueron los NO francés y holandés al referéndum sobre la constitución europea.

Ahora que se cumplen 50 años desde la firma del Tratado de Roma numerosos han sido los análisis sobre qué le pasa a Europa, sobre los retos que debe afrontar, sobre las posibles soluciones al impasse en que está inmersa. Análisis que han desembocado en la declaración de Berlín de este pasado domingo. Una declaración promovida por la Presidencia Alemana y firmada por los 27 estados miembros, destinada a reforzar la estructura constitucional interna. Una declaración que sólo tiene un punto de pragmatismo: señalar la fecha de Junio de 2009.

Sin ser experta en psicología, sí creo adecuado el paralelismo de ver a la Unión Europea como un enfermo en un diván: los expertos hacen sus múltiples diagnosis, se ponen objetivos temporales que permitan trabajar más en concreto y, a la vez, se alaban y se reafirman los atributos positivos (todos hemos visto enumeradas últimamente el sinfín de virtudes del proyecto europeo).

Pero un enfermo no sale del diván hasta que no soluciona la raíz de su problema, que en el caso de la UE no es otro que su déficit democrático…o visto desde otra perspectiva, su falta de integración política para que pueda actuar como un actor mundial relevante y determinado.

Para este problema se debe actuar en dos dimensiones. La más importante: el liderazgo político. Y parece que en ello estamos, al menos desde este pasado domingo. Pero un liderazgo, aparte del componente esencial de la voluntad política también tiene el componente de marcar un objetivo compartido. Si la paz, la democracia y la prosperidad jugaron este rol en el inicio del proyecto europeo, ahora el objetivo común está más desdibujado; reflejo de la creciente complejidad de nuestras sociedades. Este debate necesario sobre retos y valores tendría que estar como prioridad en nuestras agendas.

La segunda dimensión, que quizás dependa todavía más de nosotros, tiene que ver con el europeismo de cada uno de los ciudadanos de la Unión. Desde Cataluña podríamos hacernos algunas preguntas: ¿Cuántas veces sale la palabra Europa en los discursos, respecto a la palabra España por ejemplo? ¿Cuantas veces nos hemos movilizado por un tema europeo? ¿Qué políticos van a Europa, las promesas o los jubilados? ¿Cuántas portadas locales ocupan Solana o Barroso? ¿Cuantos plenos en el Parlament para hablar de la dimensión europea de las políticas catalanas? ¿Cuántas voces alzadas para que el AVE llegue a Bruselas? Todos estos ejemplos dependen exclusivamente de nuestra voluntad y queda mucho camino por recorrer. Si Europa nos importa tanto como decimos es hora que nos dejemos de excusas y le demos, al menos en dimensión catalana, la prioridad que merece.

El 8 i el 15 de Març: ja tenim dos dies!

Article publicat al Singular Digital

Quan ja està gairebé a la recta final de la legislatura, el govern de l’Estat i el seu President, Rodriguez Zapatero, continuen impulsant polítiques per millorar els principis que inspiren el seu projecte polític: més igualtat efectiva, més llibertat i millor convivència i qualitat democràtica.

Això, tot i la que està caient, tot i el soroll mediàtic i polític provocat per l’atac ‘sin cuartel’ del Partit Popular i la crispació que s’està vivint a peu de carrer.

Però com ja he dit, el govern no es deixa condicionar i continua profunditzant en les tres dimensions que defineixen el seu mandat: més progrés social, una aposta decidida per l’Espanya plural i una ampliació de drets important i adaptada a la societat actual.

Bona prova d’això és l’aprovació de la Llei orgànica per a la igualtat efectiva de dones i homes el passat dia 15. Una llei aprovada amb l’abstenció del PP, és clar.

L’aprovació d’aquesta Llei és, sens dubte, la millor notícia de l’any o fins i tot m’atreviria a dir que juntament amb Lleis com la dels matrimonis homosexuals, la dels transssexuals, la de l’autonomia personal i la de violència de gènere són les lleis ‘estrella’, les més importants perquè són les que formalitzen i garanteixen drets fonamentals de ciutadania i les que són el reflex de la societat moderna i laica que tenim (malament quan les Lleis van molt per darrere de la realitat!).

La Llei d’igualtat de gènere –com se la coneix- és una Llei que garanteix la igualtat efectiva de dones i homes en tots els àmbits on la legislació pot fer incidència (òbviament que ningú s’esperi que hi hagi un canvi cultural en un obrir i tancar d’ulls!). Conté mesures que van des de l’àmbit privat fins a la representació pública, imposant un mínim de un 40% de dones en totes les llistes electorals presentades en municipis majors de 5000 habitants. Mesura que, amb les eleccions municipals a les portes, és la que està tenint més repercussió.

L’adaptació a aquest aspecte de la Llei, pel cas de Catalunya, no ha suposat un gran esforça als partits d’esquerres ja que la mateixa mesura o similar està continguda en els estatuts interns del PSC, d’ERC i de ICV-EUiA. CIU és la que més esforç haurà de fer ja que en les darreres eleccions tan sols presentava un 21% de dones; i tot i que també és cert que presentaven més llistes en números absoluts, això no pot servir d’excusa. Però faltaríem a la veritat sinó diguéssim que no tan sols han votat la Llei sinó que les seves declaracions públiques han estat en tot moment de disponibilitat màxima a fer els canvis que han de fer. Aquí lo increïble és l’actitud del PP. No tan sols s’hi absté sinó que a més argumenta que ells volen que les dones arribin per ‘mèrit’ i no per ‘quota’. I poso les dues paraules entre cometes perquè clarament no compartim el que volen dir.

Pel que fa a la ‘quota’ no hem sentit mai al PP criticar les mesures positives que els hi convenen, com la representació territorial en les llistes. I pel que fa al ‘mèrit’: tots defensem el mèrit però sabent que perquè es jutgi tan sols per esforç i capacitats hi ha d’haver una vertadera igualtat d’oportunitats. I entre dones i homes no hi és, estadístiques en ma.

El que fa el PP, com ja ens té acostumats, és utilitzar conceptes com el de mèrit com a subterfugi per continuar reproduint privilegis. Aquí no ens hi trobaran tampoc!

dimarts, 13 de març del 2007

Naciones ¿Más Unidas?

Columna publicada a Expansión



Me permito un pequeño experimento doméstico en una cena entre amigos, para ver que nombres suenan: “¿Kofi Annan? Sí ¿Boutros Boutros-Ghali? También ¿Rodrigo Rato? Sí, claro ¿Paul Wolfowitz? Más o menos ¿Ban ki-moon? ¿Ban Ki qué???

Que el nombre del secretario general de Naciones Unidas no suene nada familiar tiene que ver, seguro, con su reciente nombramiento, en Enero pasado. Pero nombramientos igual de recientes y alejados de nuestras fronteras como el de Hugo Chávez o de futuribles como Obama, Giuliani o Ségolène son harto conocidos. ¿Por qué no el de Ban Ki-Moon?

Frente al desconocimiento se abren dos tipos de sospechas: la de la ineficacia y la de la irrelevancia.

Sobre la ineficacia: resulta lícito y casi obvio preguntarse qué están haciendo las Naciones Unidas frente a los problemas más acuciantes de la agenda internacional; léase Irak, el conflicto Palestino, Darfur o el genocidio en África en general, las amenazas nucleares de Irán y Corea del Norte o el calentamiento global. Lo fácil es afirmar que no mucho, puesto que todos estos conflictos siguen abiertos, pero lo correcto –como siempre- es más complejo. La ONU ni soluciona ni puede solucionar los problemas pero sí hace su trabajo: inspecciones sobre armamento, estudios rigurosos sobre el calentamiento global, 100.000 cascos azules repartidos en 18 misiones y, lo más importante, se calcula que unos 30 millones de personas viven de las ayudas humanitarias de programas de naciones unidas.

Si la ineficacia no es argumento suficiente deberíamos concentrarnos en la irrelevancia y sospechar que la falta de autoridad de Naciones Unidas es una consecuencia más del unilateralismo practicado en los últimos años por Estados Unidos, junto con la falta de las otras regiones mundiales (Europa y Asia) de tener la voluntad política de jugar un rol global en todas sus dimensiones.

La solución no pasa seguramente por la reforma a fondo de la ONU, que ya intentó Kofi Annan y que siempre se topará con la negativa de perder poder de los cinco miembros permanentes del consejo de seguridad. Miembros, recordemos, con poder de veto.

Pero igual sí que pasa por darnos cuenta que la ONU continua siendo el mejor instrumento de gobernabilidad global que tenemos todos. En un momento como el actual, con un probable cambio de estrategia internacional por parte de Estados Unidos (reforzado si los demócratas vuelven a la Casa Blanca) y una toma de consciencia del mundo desarrollado de que los problemas a escala global no son tipo guerra fría, ‘de unos contra otros’, sino que nos afectan a todos por igual (como es el caso del terrorismo) es en el interés de unos y de otros volver a mirar a la ONU como una política útil y necesaria, volver a ponerla en agenda, hacer que Ban Ki-moon ocupe las portadas de la prensa local. Hacer que nuestras naciones estén, en definitiva, más unidas para que sean individualmente más fuertes.

100 dies al servei de Catalunya


Article publicat a El Singular digital


En política hi ha una regla no escrita que diu que es concedeixen 100 dies de gràcia als governs que inicien el seu mandat. 100 dies que serveixen per ‘prendre possessió’, per posar en ordre les prioritats, per començar a treballar. Els partits de la oposició a l’actual govern de Catalunya no han seguit aquesta regla implícita, amb arguments que l’actual govern és una reedició de l’anterior (com si no fos així en tots els casos en que es guanya per més d’una vegada consecutiva!).

Però sincerament és igual, perquè el govern de Catalunya està governant amb força des del primer dia, i, ara que sí que s’han complert 100 dies l’avala un balanç extremadament positiu de la feina feta. Enlloc de lamentar-se perquè no l’han deixat començar a respirar, posa damunt la taula el resultat dels fets, accions palpables...que és, en definitiva, per l’únic que s’hauria de jutjar un govern.

El govern ha fet feina en allò que inspira el seu mandat: posar èmfasi en les polítiques socials. Ha aprovat dos lleis bàsiques en aquest àmbit, la Llei de serveis socials i la Llei pel dret a l’habitatge (sobre un total de 17 avantprojectes de Llei ja enviats al Parlament) però a més a més ha realitzat altres actuacions com la convocatòria de més de 6000 places per docents, de 2700 places per personal sanitari, els ajuts de 366 milions d’euros per a les persones amb discapacitats, malalties mentals, gent gran i gent gran amb dependència o les ajudes a les famílies amb fills a càrrec, que aquest any augmentaran prop d’un quatre per cent, per sobre del creixement de l’IPC.

En el terreny econòmic, el govern ha donat un nou impuls a l’acord estratègic per la internacionalització, qualitat de la ocupació i competitivitat de la nostra economia –que és el full de ruta de la política econòmica a seguir i ha enunciat importants mesures fiscals com la reforma de l’impost de successions i donacions.

I també ha realitzat iniciatives tant fonamentals com la posada en marxa del programa per a la igualtat d’oportunitats en el treball, l’impuls del metro nocturn, la Llei de l’obra pública, la reforma dels llibre tercer i quart del codi civil o la Llei dels drets de les dones per a l’eradicació de la violència masclista destinada a eliminar una de les xacres socials més intolerables en una societat democràtica com és la nostra.

Però el balanç no és tant sols positiu en el terreny concret de les polítiques. El govern, amb el seu President al capdavant, ha demostrat en aquests dies que fa política de país; per això s’han posat en marxa els treballs preliminars per assolir quatre pactes nacionals sobre quatre temes claus: l’habitatge, la recerca, la immigració i les infrastructures.

I tot això sense oblidar l’esforç i la fermesa per garantir el desplegament de l’Estatut; des de la creació de l’agència tributària a les comissions bilaterals, passant per la creació del Consell per a l’Impuls i el Seguiment del Desplegament de l’Estatut -on hi participen tots els grups parlamentaris- fins als recursos interposats al TC en matèria de competències.

Han passat només 100 dies, però a aquest ritme no és massa agosarat afirmar que en quatre anys tindrem una Catalunya mai vista!

Los retos económicos del 2007 o el relato de la estabilidad vulnerable


Article publicat a EL PAIS

La palabra crisis ha desaparecido de nuestro vocabulario cotidiano. Y no porque nos haya dado por ahí, es un hecho que la economía catalana va bien. En el 2006 el PIB, su indicador por excelencia, creció a una tasa del 3.6%, muy por encima de la media europea (2.6%) y acortó el diferencial con el crecimiento español. Se han creado más de 400.000 puestos de trabajo del primer trimestre del 2003 al cuarto de 2006 y la tasa de desempleo, al 6.6%, está en mínimos históricos. Y lo que es más importante, en términos de PIB por cápita, Cataluña está por encima de países como Gran Bretaña o Alemania, cosa impensable hace una década.

El gobierno ha hecho su trabajo. Como gestor y como agente diferenciado que tiene potestad para influir sobre las condiciones marco. Un trabajo –no nos confundamos- que no es hacer que la economía vaya bien o mal, pero sí crear el entorno necesario y adecuado, hacer de impulsor ahí dónde más se necesita y facilitar las condiciones para que se pueda funcionar a pleno rendimiento.

El gobierno ha hecho bien su trabajo como gestor. El presupuesto de la Generalitat, que ha aumentado hasta los 30.000 millones de euros en el 2006 (de 17.500 millones en 2003) se ha gestionado mejor. Durante los tres ejercicios de la pasada legislatura se redujo el déficit por cuenta corriente de 1264 millones de € en el 2003 a 250 millones de € en 2005, lo que nos lleva a pensar que el déficit cero prometido en el año 2007 podrá ser una realidad. No sólo se ha reducido el ritmo de endeudamiento sino que se ha refinanciado, nos sale más barato. Y lo que es más importante, la inversión ha aumentado significativamente. A 691 euros per capita en el 2006 estamos ante la inversión por habitante mayor de nuestra historia. Además, se ha hecho un importante ejercicio de ‘accountability’ con el cambio de orientación hacia el presupuesto por programas, que aumenta la transparencia del proceso en sus distintas etapas y lo convierte en una herramienta de optimización de la eficiencia en la asignación de recursos públicos. La mejora substancial de las finanzas así como la política de buen gobierno han dado al país credibilidad ante el resto de administraciones públicas (autoexigencia primero si queremos exigir), ante los mercados financieros y ante los inversores en general.

El gobierno también ha hecho bien su trabajo como facilitador. Sólo llegar al gobierno en el 2003 el Conseller Castells impulsó, en consenso con los agentes económicos y sociales, el acuerdo estratégico para la mejora de la internacionalización, la calidad de la ocupación y la competitividad de la economía catalana. La hoja de ruta de la política económica a seguir. La pretensión: la transformación de nuestro sistema productivo hacia uno basado en el conocimiento. Los instrumentos: 86 medidas concretas que van desde un aumento significativo del gasto en R+D+i a la mejora de pensiones e indicadores de cohesión social recogidos en la ley de prestaciones sociales. Medidas que representan, en conjunto, un presupuesto de 1562 millones de euros para 2006. Con mecanismos de seguimiento transparentes y exhaustivos -alabados unánimammente por todos los agentes participantes- el acuerdo tiene la importante ventaja de ir incorporando aspectos que tomen relevancia, como ha sido el caso del impacto de la inmigración en el mercado laboral o la apuesta por el trilingüismo.

Nada en el entorno económico hace pensar que el año 2007 que justo empieza sea muy distinto, con el mismo equipo económico al frente del Govern y con una previsión de crecimiento del 3.2%.

Sin embargo, en un entorno ya no sólo globalizado sino dónde las causas de los potenciales problemas están relacionadas entre sí, movimientos que escapan a nuestro control –como un ataque terrorista a petroleros en el estrecho de Malaca por ejemplo- añaden un factor de vulnerabilidad a la estabilidad imperante.

¿Cuáles son algunos de estos potenciales retos a los que nos podemos enfrentar?

Inseguridad energética: hay claros factores de inestabilidad política en las zonas ofertantes de petróleo y gas, las principales fuentes energéticas del mundo desarrollado, que pueden tener repercusiones –más que en el suministro- en el precio y provocar una contracción de la demanda, del dinamismo económico

Crisis en los mercados emergentes: Un aumento del precio de la energía puede afectar en mayor medida a las espectaculares tasas de crecimiento que están experimentando China e India y por ende al comercio mundial.

Inflación: Se han hecho esfuerzos desde el gobierno para contener la inflación en Cataluña, y todo que cerró diciembre de 2006 a un 2.8% (un buen dato si tenemos en cuenta que a diciembre de 2005 estaba a 4.6%) lo cierto es que supone un problema que se puede ver magnificado por esta dependencia energética.

Inflación y salarios: Una de las consecuencias de niveles de inflación más altos de los previstos es su efecto pernicioso sobre los salarios y la capacidad adquisitiva de los trabajadores. Según el indicador laboral de CC.AA elaborado por IESE, en los últimos nueve años los españoles no han mejorado su poder de compra. Quizás se debería reabrir el viejo debate no tanto de si se crece o no, sino justamente de cómo se reparte este crecimiento.

Política monetaria restrictiva: Si la zona Euro cumple sus expectativas de crecimiento, es más que probable que el BCE continúe incrementando ligeramente los tipos. El efecto de una subida en una economía como la nuestra dónde los hogares están fuertemente endeudados puede ser problemática.

Lo dicho, flancos distintos pero altamente relacionados entre sí, que escapan al control del gobierno pero que pueden tener incidencia en los resultados y sobretodo en la percepción ciudadana de la buena marcha de la economía en el 2007.

La clave del éxito en el mundo de hoy en día es justamente la gestión de la interdependencia y eso pasa, seguramente, por una Europa más fuerte, más integrada políticamente y por unas instituciones internacionales más efectivas, con más gobernabilidad. Desde Catalunya no podemos cometer el error de pensar que estos no son nuestros problemas. La apuesta por la Euroregión, promovida por el President Maragall y continuada por el President Montilla, es un paso positivo en la toma de conciencia que más Europa ya no es más Europa ‘alla Monnet’ sino más Europa en el contexto económico del S.XXI. Pero no es suficiente. Debemos abrir un debate público y riguroso para construir un discurso desde Cataluña hacia el exterior y también un discurso más interno dónde participen todos los agentes económicos y sociales de igual a igual, dónde se abran sin miedo antiguos debates no resueltos, dónde se concrete el detalle de la estrategia reformadora y dónde se hable alto y claro de la España y la Europa que queremos.